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Una 'Marcha por las vidas de las personas negras' llega a un pueblo pequeño y conservador

Looking down Front Street in Lynden, Washington.
Parker Miles Blohm
/
KNKX
El 5 de julio del 2020, Lynden, Washington fue el lugar sede de una 'Marcha por las vidas de las personas negras' y simultáneamente un mitin a favor de la policía que atrajo a cientos de personas.";

Esta es la segunda de tres partes de la historia, “Juntos pero divididos,” que analiza la división urbano-rural en los Estados Unidos desde la perspectiva de una ciudad: Lynden, Washington. El proyecto fue financiado por una subvención de Election SOS, que funciona para mejorar la cobertura de las noticias sobre las elecciones. Puede encontrar la primera parte aquí.

Amsa Burke creció como una de las pocas habitantes negras de la zona rural de Lynden, Washington, donde más del 80 por ciento de la población es blanca.

Habiendo sido adoptada de Etiopía a los 6 años por una familia blanca, Burke dijo que tuvo una infancia maravillosa en Lynden. Dijo que su familia la amaba, tenía amistades y le iba bien en la escuela.

Pero, dijo, a veces sus compañeros le hacían notar la raza. En esos momentos, se sentía "como una exhibición científica o algo que todos querían tocar y husmear".

En otras ocasiones, se enfrentó al racismo evidente. Ella dijo que en una ocasión un compañero de clase comentó que Burke habría sido una esclava en los viejos tiempos, y alguien más le dio una vez una nota en la escuela que tenía escrita la palabra prohibida que comienza con la letra "n".

Burke dijo que, la mayor parte del tiempo hizo caso omiso de estas experiencias. Pero luego una cadena de eventos culminó en un abrir de ojos. Comenzó con un viaje misionero a Etiopía, seguido de la pandemia, seguido de la muerte de George Floyd en Minneapolis y protestas en los Estados Unidos.

Burke dijo que no hubiera sido suficiente asistir a una marcha en otra comunidad. Ella quería marchar en la ciudad en la que vive.

Burke, que en ese momento acababa de terminar su tercer año en Lynden High School, planeó lo que llamó una "Marcha por las vidas de las personas negras", junto con otros estudiantes de la preparatoria y padres en Lynden. Dijo que evitaron usar la frase "Black Lives Matter (las vidas de las personas negras importan)" por temor a que fuera incendiaria en la pequeña y conservadora ciudad.

En poco tiempo, comenzaron a aparecer volantes en Lynden. 

"Necesitamos tu ayuda" decían los volantes. “Los manifestantes vienen a Lynden. Ayúdanos a proteger nuestra ciudad".

Y cuando cientos de manifestantes se juntaron en Lynden el 5 de julio de 2020 para apoyar a Burke y a sus compañeros, se encontraron con una manifestación a favor de la policía que también atrajo a cientos de personas. Las interacciones entre los dos grupos fueron ruidosas, llenas de emociones y complejas.

Puede escuchar la historia en Ingles aqui y leer el texto a continuación.

Will James: Esta semana, nuestra serie "Juntos pero divididos" explora la división entre las zonas urbanas y rurales en los EE. UU. Lo estamos haciendo a través de la perspectiva de una pequeña ciudad conservadora: Lynden, Washington. Quizás la división urbano-rural nunca había sido más evidente en Lynden como un día de julio del año pasado. Los estudiantes de la escuela preparatoria local organizaron una marcha por la justicia racial a través de la ciudad, y las reacciones fueron ruidosas, llenas de emociones y complejas. Bethany Denton de KNKX nos remonta a ese día

Bethany Denton: El 5 de Julio del 2020 cayó en domingo. Amsa Burke se despertó nerviosa.

Amsa Burke: Tenía mucho miedo de ser la responsable de que sucediera algo malo. Pero sabía que había hecho todo lo correcto. Ya sabes, hablé con la policía para asegurarme de que estuvieran de acuerdo con nosotros. Pero nos dijeron que mientras fuéramos pacíficos, todo debería estar bien.

Bethany Denton: Amsa había terminado recientemente su tercer año en Lynden High School. Ella, junto con un pequeño grupo de estudiantes de preparatoria y padres de familia, habían planeado lo que llamaron una "Marcha por las vidas de las personas negras" en Lynden. Evitaron usar la frase “Black Lives Matter” porque les preocupaba que pudiera ser demasiado incendiaria en esta ciudad conservadora. Amsa es negra de Etiopía adoptada a la edad de 6 años por una familia blanca. Ella dice que, en su mayor parte, tuvo una infancia maravillosa creciendo en Lynden. Su familia la amaba, tenía amistades y le iba bien en la escuela. A pesar de que era la única persona negra en su escuela, dice que no pensaba mucho en su raza, aunque hubo momentos en que otros se lo recordaban.

Amsa Burke: Me sentí un poco como una exhibición científica o algo que todos querían tocar y husmear.

Bethany Denton: En el condado de Whatcom, donde se encuentra Lynden, se estima que el 82 por ciento de los habitantes son blancos. En ocasiones, Amsa vivió un racismo evidente. Un compañero de clase habló sobre cómo ella podría haber sido su esclava en los viejos tiempos. Alguien le dio una vez una nota en la escuela que tenía escrita la palabra prohibida que comienza con la letra "n". Amsa dice que, la mayor parte del tiempo hizo caso omiso de estas experiencias. Pero luego, dice ella, una cadena de eventos terminó abriéndole los ojos. Sucedió después de un viaje misionero a Etiopía, seguido de la pandemia y el cierre de negocios, seguido de la muerte de George Floyd en Minneapolis y posteriormente las protestas en todo el país. Ella dice que no hubiera sido suficiente asistir a una marcha en otra ciudad. Quería marchar en la ciudad en la que vive. Días antes del evento, comenzaron a aparecer volantes por la ciudad. "Necesitamos tu ayuda" decían los volantes. “Los manifestantes vienen a Lynden. Ayúdanos a proteger nuestra ciudad". Amsa había anticipado este tipo de reacción, pero no estaba segura de si mucha gente vendría a apoyarla.

Amsa Burke: La gente empezó a llegar. Y luego empezó a llegar más gente. Yo esperaba ver solo unas 50 personas, tal vez unas cien, si tenía suerte. Pero no esperaba cientos y cientos y cientos de personas. Yo me quedé diciendo "¿Qué?"

Bethany Denton: El día de la marcha, Jim McKinney también estaba un poco nervioso. No porque él fuera a marchar, sino porque ese mismo día él iba a asistir a un mitin a favor de la policía, organizado por un grupo llamado Lynden Freedom. Ese es el grupo que creó los volantes sobre los manifestantes que vendrían al pueblo.

Jim McKinney: Soy un oficial del área extranjera y oficial de inteligencia del ejército de los EE. UU. Decidí salir y participar, no en una contraprotesta en sí, sino más bien en un mitin. Y yo diría que esa es probablemente la forma de verlo, es el apoyo a la policía. Había mucha tensión en ese momento y muchos argumentos para quitar el apoyo financiero a la policía. Y no veo los tipos de problemas en nuestro condado que prevalecen en algunas de las principales áreas urbanas donde hemos visto más violencia y más destrucción.

Bethany Denton: Jim, que es blanco, no ve el racismo como un problema que Lynden deba resolver.

Jim McKinney: Hemos creado estas narrativas que han dividido y creado problemas que realmente no, que son muy, que, si existen, están en un nivel muy individual. La mayoría de la gente aquí son muy tolerantes. Y en realidad nunca he visto ninguna situación o problema desde mi perspectiva.

Bethany Denton: Los temores de Jim sobre la Marcha por las vidas de las personas negras en Lynden se debió a lo que vio que sucedía en ciudades como Portland y Seattle. Esto fue antes de que se cumpliera un mes de que los manifestantes de Seattle llevaron a la ciudad a abandonar un recinto policial y establecieron un área libre de policías conocida como la Zona Autónoma de Capitol Hill, o CHAZ. Para Jim, esas acciones no le parecieron un ejercicio de libertad de expresión, sino una señal de colapso social.

Jim McKinney: Hice mi servicio en los Balcanes. Yo era el oficial de asistencia de seguridad en la embajada en Albania, estaba en el sur de Filipinas. Y vi como comunidades que alguna vez estuvieron unidas y eran prósperas se desintegraron muy rápidamente debido a los problemas controversiales

(La gente grita "Black lives matter" y "All lives matter").

Bethany Denton: Los dos grupos tuvieron un duro enfrentamiento en varios puntos del pueblo, con cientos de personas en cada lado. Los videos de ese día son una vista muy clara a un momento específico de la historia estadounidense reciente. Un lado es un arco iris de letreros de protesta y mascarillas; el otro lado es un mar de estrellas y rayas y gorras de béisbol de color rojo brillante y una buena cantidad de rifles. Hasta donde sabemos, no hubo encuentros violentos. Solo muchos gritos por ambas partes. Rusty Polinder, un habitante de Lynden, estuvo ese día en la Marcha por las vidas de las personas negras. Se fue decepcionado por la reacción negativa.

Rusty Polinder: Recuerdo que les dije a otras personas: “Estábamos equivocados, Lynden estuvo hoy en el lado erróneo de la historia. Y es vergonzoso”.

Bethany Denton: Rusty se unió a la marcha porque se sintió motivado por su fe cristiana evangélica.

Rusty Polinder: Creo que a mucha gente le gusta decir: "Yo no veo el color de la piel". Bueno, Dios sí la ve. Él nos creó. Él hizo el color de la piel y creo la cultura e hizo tantas cosas hermosas que necesitamos sumergirnos el uno en el otro para entendernos.

Bethany Denton: Rusty es blanco. Es de Lynden, quinta generación y ese día reconoció a personas de ambos lados: personas con las que había crecido y con las que había ido a la iglesia. Dice que a pesar de que marchó por las vidas de las personas negras, tiene sus dudas con respecto al movimiento nacional Black Lives Matter porque apoya las fuerzas del orden público. Pero le dolió ver a muchos en el mitin a favor de la policía portando rifles.

Rusty Polinder: Siento que la contraprotesta desmereció lo que Amsa y los demás compartieron ese día. No creo que haya sido escuchado. Y eso fue decepcionante. Este lugar es como ningún otro y lo digo de una manera positiva, pero también lo digo en una, nuestra fuerza se ha convertido en algo así como una debilidad. Porque si perteneces a este lugar, perteneces a este lugar.

Bethany Denton: Rusty dice que lo que hace que Lynden sea especial es lo unida que es la comunidad.Lynden se une a los suyos. Pero esa misma cualidad puede hacer que el pueblo no sea acogedor para las personas que se perciben como foráneas. El día de la marcha, algunas personas del lado pro-policía menospreciaron y trataron a los de la Marcha por las vidas negras como foráneos de la ciudad cercana más grande y liberal de Bellingham. No creyeron que estos problemas tuvieran algo que ver con Lynden. Y cuando Amsa dio un discurso narrando algo del racismo que había vivido aquí mismo, en el pueblo en donde vive, los videos de ese día muestran que la población del lado pro-policía no pudieron escucharlo porque estaban demasiado lejos.

Will James: La historia de Bethany Denton de KNKX es la segunda de nuestra serie "Juntos pero divididos," que habla sobre la diferencia cultural entre las comunidades rurales y las citadinas. Es financiado por una subvención de Election SOS. Escuche mañana la última parte. Se trata de cómo reaccionaron las personas en el área de Lynden a la pandemia del coronavirus de formas radicalmente diferentes.

Traducción por Patricia Carrión Morás