Esta es la tercera de tres partes de la historia, “Juntos pero divididos,” que analiza la división urbano-rural en los Estados Unidos desde la perspectiva de una ciudad: Lynden, Washington. El proyecto fue financiado por una subvención de Election SOS, que funciona para mejorar la cobertura de las noticias sobre las elecciones. Puede encontrar la primera parte aquí y la segunda aquí.
El área de Lynden es el hogar de la oposición más fuerte a las restricciones aplicadas a los negocios relacionadas con la pandemia en el estado de Washington.
El Fairway Cafe, un acogedor restaurante local, ha acumulado decenas de miles de dólares en multas, entre las más altas del estado, por ofrecer servicio de comedor en el interior sin ventilación y el incumplimiento del personal en el uso de mascarillas. Se recaudaron más de $ 30,000 en una campaña de GoFundMe para ayudar al restaurante a pagar las multas.
Un partidario de la recaudación de fondos en línea fue un grupo llamado WeWill Whatcom. Sus miembros cuestionan la eficacia y la necesidad de políticas como las restricciones a los restaurantes, que dicen obligan a los pequeños negocios a tener que aguantar una carga financiera injusta de la pandemia.
"No es que no creamos que el virus existe o que la gente no debería cuidarse o usar una mascarilla o algo por el estilo", dijo Ashley Butenschoen, una de las fundadoras de WeWill Whatcom. "Se trata más que nada de la responsabilidad y elección personal y de poder decidir por su propia cuenta".
El grupo es solo un ejemplo de que los habitantes dentro y alrededor del pequeño pueblo conservador confían en sus vecinos, cuestionan a los expertos y toman la salud pública, hasta cierto punto, en sus propias manos.
Erika Lautenbach, directora del Departamento de Salud del Condado de Whatcom, dijo que una de las razones por las que la gente tiene esa desconfianza es porque el condado rural ve al departamento como un organismo disciplinario que impone multas en lugar de verlo como una fuente de información.
"Cuando partes de este punto, donde ya se nos ve como un organismo de naturaleza regulatoria y al que hay que temer, esa desconfianza inicial intrínseca es difícil de vencer", dijo Lautenbach.
Puede escuchar la historia en Ingles aqui y leer el texto a continuación.
Will James: Esta semana, nuestra serie "Juntos pero divididos" le ha sumergido en la conservadora ciudad agrícola de Lynden, Washington. Hemos estado explorando la división entre las zonas urbanas y rurales. Y la pandemia del coronavirus parece haber hecho esta división aún más grande en el último año. Lynden tiene una población de solo 15,000 personas, pero ha tenido una de las resistencias más fuertes a los cierres relacionados con la pandemia de todo el estado de Washington.Bethany Denton de KNKX tiene la historia.
Erick Casanova: Eh, los números han estado escalando...
Bethany Denton: Este es un extracto de Platica Latina, un programa de entrevistas en la estación de radio comunitaria KSVR. Transmite desde Mount Vernon, Washington, aproximadamente una hora al sur de Lynden. El programa tiene menos de un año y comenzó en las redes sociales cuando el presentador Erick Casanova comenzó a publicar información sobre qué negocios locales continuaban abiertos al principio de la pandemia.
Erick Casanova: Resaltaba a todos los restaurantes que estaban disponibles para la comunidad, que estaban haciendo comida para llevar y todo eso. Hacerles llegar esta información les trajo mucho alivio.
Bethany Denton: Desde entonces, el programa se ha expandido para incluir entrevistas con funcionarios de salud y expertos en todo tipo de temas relevantes a la pandemia. Latinos constituyen alrededor del 10 por ciento de la población del Condado de Whatcom, donde se encuentra Lynden, muchos de los cuales son trabajadores(as) agrícolas. Y los trabajadores agrícolas latinos son particularmente vulnerables a la infección porque a menudo trabajan y viven en espacios reducidos. Por eso, Erick quiso poner de su parte para difundir información precisa de una forma con la que se pudieran sentir identificados.
Erick Casanova: En nuestra cultura, la información de boca en boca es muy, muy, muy, quiero decir que verdadera, pero, confiamos mucho en la información que nos dan verbalmente, así que definitivamente hay mucha información mala que se transmite.
Bethany Denton: Sin embargo, lo que Erick está describiendo, esta tendencia de la gente a confiar en la información transmitida de boca en boca es un tema que afecta mucho más allá de la comunidad latina a la que Erick asiste. Una cantidad de personas cada vez más grande depende de las redes sociales para obtener información y cada vez más personas desconfían de los organismos gubernamentales y los medios de comunicación.
Erika Lautenbach: De alguna manera, en el condado de Whatcom fuimos víctimas de nuestro propio éxito.
Bethany Denton: Erika Lautenbach es la directora del Departamento de Salud del Condado de Whatcom. Ella dice que entiende a las personas que se muestran escépticas sobre la forma en que el gobierno está lidiando con el COVID, en parte porque el Condado de Whatcom realmente no se ha visto abrumado por el virus como ha sucedido en otros lugares.
Erika Lautenbach: Había mucho miedo al principio de la pandemia. Y debido a todas las medidas de prevención y a la orden Stay Home, Stay Healthy y la reapertura gradual en el estado de Washington, esas situaciones que vimos en otros lugares no llegaron a nuestra área en el estado de Washington. Y creo que generó una especie de desconfianza adicional de que, tal vez, estábamos siendo demasiado alarmistas. Entonces, cuando partes de este punto, donde ya se nos ve como un organismo de naturaleza regulatoria y al que hay que temer, esa desconfianza inicial intrínseca es difícil de vencer. Así son las cosas.
Bethany Denton: Debido a la falta de confianza del público, la gente del Condado de Whatcom ha tomado la salud pública en sus propias manos, particularmente en las redes sociales. En un grupo de Facebook, llamado Bellingham Safer Open (Bellingham, abriendo de forma más segura), los miembros publican sobre negocios que hacen un esfuerzo adicional para seguir los protocolos de seguridad y advierten sobre otros negocios que consideran no están haciendo lo suficiente. Otro grupo, con una filosofía diferente, comenzó a formarse cerca de Lynden a fines de noviembre.
(Clip de KING 5: Lo llamaron la "Rebelión del día del pavo". Miembros de la comunidad, dueños de negocios e incluso algunos legisladores estatales frustrados por el aumento de las restricciones en torno al COVID.
Orador del mítin: Estamos siendo manipulados y depende de nosotros decir: "No lo aceptamos más, vamos a celebrar el Día de Acción de Gracias con nuestra familia y nadie nos va a decir lo contrario.”)
Ashley Butenschoen: Así que nos metimos en una habitación y dijimos: “¿Qué podemos hacer? No estamos de acuerdo con lo que esta pasando.”
Bethany Denton: Ashley Butenschoen es una de las fundadoras de un grupo llamado WeWill Whatcom, que ha criticado los cierres por la pandemia.
Ashley Butenschoen: No es que no creamos que el virus existe o que la gente no debería cuidarse o usar una mascarilla ni nada por el estilo. Se trata más que nada de la responsabilidad y elección personal y de poder decidir por su propia cuenta".
Bethany Denton: Ashley es vicepresidenta del Partido Republicano de Whatcom y ayudó a planear la visita de Donald Trump a Lynden en el 2016. Durante la pandemia, ayudó a planear mítines y creó peticiones para oponerse a las medidas tomadas por la pandemia que afectan a los negocios pequeños.
(Ashley Butenschoen, en un videoclip: ¿Estás harto de los encierros? ¿Estás listo para la Fase 3? Entonces, las noticias de WeWill de esta semana son para ti.)
Bethany Denton: WeWill también produce nuevos videos y perfiles de negocios que luchan por mantenerse a flote. Lynden está solo a cinco millas al sur de la frontera canadiense, y la industria hotelera en todo el Condado de Whatcom está siendo sacudida sin tráfico canadiense. WeWill dice que la solución es permitir que los negocios permanezcan abiertos para que la comunidad pueda mantenerse a sí misma.
Ashley Butenschoen: ¿Por qué castigar a un restaurante, a un negocio familiar, por qué los castigan y les piden que cierren y que pierdan todo por lo que han luchado? Si eres una gran corporación, estás prosperando. Pero si eres un negocio pequeño, te estás muriendo.
Bethany Denton: Erika Lautenbach, del departamento de salud, dice que muchos habitantes ven al departamento como una agencia disciplinaria cuyo objetivo principal es repartir infracciones en lugar de ser una fuente confiable de información. Y por eso los esfuerzos de salud pública se han visto afectados. En ciudades como Lynden, algunas personas ven al departamento como un foráneo entrometido. Un restaurante en Lynden, llamado el Fairway Cafe, es uno de los que más ha acumulado multas en el estado de Washington durante la pandemia por tener servicio de comedor en el interior sin ventilación y el incumplimiento del personal en el uso de mascarilla. Pero en lugar de evitar ir al pequeño y pintoresco café, muchos Lyndenitas lo apoyaron. Un habitante inició una campaña de GoFundMe para ayudar al Fairway Cafe a pagar las decenas de miles de dólares en multas. Recaudaron más de $ 30,000 en un mes. WeWill promovió la recaudación de fondos en su página pública de Facebook.
(Ashley Butenschoen, en un videoclip: Ahora sabemos que no está funcionando el estar encerrados. Al ver a los estados que han estado abiertos y los estados que han estado cerrados durante el invierno, se puede ver que realmente no hay diferencia en esta gráfica.)
Bethany Denton: Ashley no tiene experiencia en salud pública, pero se ha convertido en una fuente de información para muchas personas en el Condado de Whatcom que comparten sus preocupaciones. Ella y sus seguidores comparten una desconfianza por la información que proviene del gobierno.
Ashley Butenschoen: Para mí es difícil encontrar buenos datos porque, ya sabes, también algunos de los datos provienen de tu gobierno.Y entonces no te queda de otra más que tener fe en que esos datos son correctos. Pero también podrías publicar algo que diga que una de cada mil personas va a morir por COVID. Pero ¿qué significa eso? ¿Significa una de cada mil personas enfermas? ¿Significa que una de cada mil personas tiene más de 80 años? ¿Eso significa que...entiendes a lo qué me refiero? Entonces, podemos manipular los datos, ya sabes, en política es lo mismo, ¿o no?
Bethany Denton: Rusty Polinder, habitante de Lynden, que conocimos en una historia a principios de esta semana. Me dijo que la fuerza de Lynden es también su debilidad. Que es un lugar muy unido donde las personas realmente se cuidan unas a otras. En cierto modo, los habitantes que se unen para apoyar a los negocios locales son parte de esa idea. Pero ese mismo impulso también puede hacer que el pueblo tenga una mentalidad insular. Mucha gente tiene la tendencia a confiar más en sus vecinos que en los expertos en salud pública. El mismo aspecto de la América rural que le permite a Erick, el presentador de radio de antes, usar transmisiones en español para amplificar los mensajes de salud pública es lo que le permite a Ashley usar su influencia para cuestionarlos.
Will James: Esa historia de Bethany Denton de KNKX. Los funcionarios de salud pública continúan haciendo hincapié en tomar las precauciones para reducir la propagación del coronavirus. Entre ellas se incluyen el uso de mascarillas, evitar los lugares con multitudes y el contacto cercano con los demás. Esta fue la última historia de nuestra serie "Juntos pero divididos" y fue financiada por una subvención de Elections SOS.
Traducción por Patricia Carrión Morás
